viernes, 19 de octubre de 2012

Un amanecer perruno



Amanecer en un lugar alejado de ciudades céntricas y cosmopolitas tiene un encanto inigualable. Si habéis tenido el placer de disfrutar del despertar, por ejemplo, en algún pueblecito o pedanía perdida en medio de la sierra, estaréis de acuerdo conmigo en que es algo verdaderamente idílico. Los colores del entorno nada tienen que envidiarle a la paleta  del más prestigioso pintor, el tiempo parece ir a muchas menos revoluciones, el aire que se respira huele hasta a limpio e incluso el ruido de la fauna autóctona podría compararse con una especie de banda sonora del momento.

Nada que ver con mi despertar de hoy, la verdad. El color: amarillo chirriante, el de la prensa de este país. Los minutos, corriendo uno detrás de otro como ocurre cuando a una se le acumula la faena. El tiempo, lluvioso en Sevilla. Y la mediática fauna autóctona, una vez más, salvaje, indómita, feroz y desatada. Como buenos perros de presa al servicio de sus adorados amos.

Les ha faltado tiempo para olisquear, sacar incisivos, rugir y, en algunos casos, hasta morder. Tensar el ambiente, desprestigiar, enfrentar al país, desorientar, malmeter...llámenlo como quieran pero sobre todo "servir" (servir de "siervo" que no de "útil") a una derecha ultra que se quedó anclada en la etapa "pretransitoria".


¿EL MOTIVO?

La filtración de la noticia ayer de una nueva convocatoria de
HUELGA GENERAL.

La reclamación de unos derechos arrebatados a golpe de imposición.
El desacuerdo con la forma de gestionar nuestro dinero y fuerza de trabajo.
La exigencia de una redistribución de la riqueza.
La negativa a que nos separen de esos legitísimos derechos tan vitales como la educación, la sanidad, la vivienda, el trabajo, la protección por desempleo, la jubilación…etcétera, etcétera…


Lean y juzguen de primera mano, ¿se les puede ver más el plumero?






APL


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